viernes, 15 de abril de 2016
Fuentes
Fuentes:
VIDEOS.
Gobierno de Luis Echeverría Álvarez: https://www.youtube.com/watch?v=k9n1xkJcQPg
Gobierno de José López Portillo: https://www.youtube.com/watch?v=-PCghFyccNI
Estado de bienestar: https://www.youtube.com/watch?v=oQuRzrs7pFM
Estado benefactor,
crisis económica: https://www.youtube.com/watch?v=tBbdmf1oDgE
MUSICA.
MOLOTOV-Dame todo el power: https://www.youtube.com/watch?v=dtWhLK80JHk
OSCAR CHAVEZ- Se vende mi país: https://www.youtube.com/watch?v=sKKf565RFbA
El barzón: https://www.youtube.com/watch?v=p6Au9duuvZE
Revistas
Revista
estado benefactor (4-02-16)http://revistas.upr.edu/index.php/ap/article/view/432/410
Revista
estado benefactor en Mexico (4-02-16) http://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&ved=0ahUKEwiSjIfmkrDLAhVlsYMKHQSAAYsQFggoMAI&url=http%3A%2F%2Fwww.unav.edu%2Fmatrimonioyfamilia%2Fobservatorio%2Fuploads%2F31282_Aznar-Belmonte_RFCSJE2013_Familias.pdf&usg=AFQjCNF1UL0L01Brr20wjwN7ArHEhZ4qXQ
Internet
Gloria M. delgado Cantú
HISTORIA DE MÈXICO 2: Estado Moderno y Crisis en el México del siglo
XX
Editorial Alhambra Mexicana, S.A. de C.V 1992
México D.F.
Clasificación: F1232 D43 V-11
|
Pérez Fernández German
Evolución del estado mexicano III: CONASOLIDACIÒN 1940-1983
Ediciones El Caballito S.A.
1991
México D.F. Coyoacán 04333
Clasificación: F1232 D43 V-11
|
Conclución
VII. CONCLUSIÓN
El Estado
benefactor, buscaba la independencia económica del país, para lograr ese
objetivo se pensó que era necesaria la intervención del Estado en las actividades, guiadas por el sentido de justicia social, buscando la
redistribución de la riqueza, se aplicó una serie de reformas encaminadas a
elevar la calidad de vida de los sectores marginados, procurando garantizarles
los servicios de salud, vivienda, educación y trabajo, pero dentro de una
economía capitalista.
Para controlar las tensiones,
los gobierno de Luis Echeverría Álvarez (1971-1975) y José López Portillo
(1977-1982) realizaron programas populistas con una gran aumento de gasto
público, que producen incremento de la inflación y una masiva fuga de
capitales.
Como las presidencias
anteriores, el modelo económico había sido desarrollado rápido mediante la
industrialización en una economía relativamente cerrada con fuerte
participación estatal.
Hacia 1975, el déficit
comercial mexicano obliga al gobierno de estabilización propuesto por el Fondo
Monetario Internacional (FMI). El endeudamiento externo del país se agrava por
la caída de las exportaciones y por el alza de las tasas internacionales de
intereses.
En 1982, México decretó la
moratoria temporal (plazo que se otorga para solventar una deuda vencida) de
pago de su deuda externa. El presidente Miguel de la Madrid es obligado a
implantar un rígido programa de ajuste y austeridad para estabilizar la
economía.
Haciendo una evaluación de las
obras realizadas por los gobiernos posrevolucionarios, podemos decir que han
tendido a hacer u n reparto más justo de la riqueza. Es evidente que una
reforma agraria que afectaba a una total transformación social tenía que
lesionar determinados intereses, sobre todo en la época de transición, pero a
la postre siempre significará un beneficio para la sociedad.
Los campesinos han sido tenidos
en cuenta para solucionar sus problemas y dotarlos de mejores implementos
técnicos.
Sin embargo, tierra, agua y
educación agrícola no es suficiente para resolver el problema. Dar tierra al
ejidatario sin darle dinero es alojarlo a manos de la usura; por eso ha sido
necesario el crédito agrícola para el ejido y la pequeña propiedad.
Sin embargo, el problema
agrario es muy profundo; el país no ha logrado industrializarse y la tercera
parte de la población activa, según datos censales, vive de la agricultura, lo
que quiere decir que por lo menos dos terceras partes de los habitantes viven
de ella, lo cual hace que sea urgente en el país de la educación encauce a
muchos de estos posibles agricultores hacia otros campos. No bastan leyes
agrarias, hay que pensar en la distribución de la población campesina y además
hay que tener en cuenta que nuestros campesinos no desean cambios de residencia
y las parcelas muy pequeñas no rinden lo necesario, la producción ejidal, a
pesar de ir mejorando, no ha conseguido aún suplir al latifundio, pero el peón
es ahora propietario y 50 por ciento del valor de la propiedad agrícola ya
correspondió al campesinado, lo que ya es una promesa; pero la deuda agraria,
por concepto de indemnizaciones, es aún pavorosa y los bonos emitidos por el
gobierno para solucionar el problema ha caído en manos extranjeras y pudieran
volver a redundar en perjuicio de la nación.
El país ha seguido gobernándose
dentro de los principios democráticos proclamados por la Constitución de 1917
que nos rige habiendo estabilidad política. “ Queremos un México en que no se
levanten barricadas, para que no luchen violentamente hermanos contra hermanos,
sino donde pueda elevarse libremente la voz de los mexicanos, ennoblecida por
los acentos de la razón y de la justicia, en el que se fabriquen muchas urnas
para votar y no féretros para sepultar a las víctimas de discordias
fratricidas”.
El Estado ha procurado tomar en
sus manos la economía de la nación para vigilar los intereses de los elementos
socialmente más débiles, obreros, campesinos, mujeres, huérfanos, etcétera.
La política nacionalista desde
la época de Cárdenas ha entregado al país las riquezas naturales, incluyendo el
subsuelo.
Los derechos de los
trabajadores han sido vigilados para otorgarles toda clase de prestaciones y de
apoyo para el bienestar común. Se ha dado protección a la infancia y se han
creado seguros sociales.
La educación gratuita se ha ido
extendiendo cada vez más con miras a beneficiar un sector mayor de la
población.
El país disfruta de paz, y se
ha sostenido con el principio de no intervención y autodeterminación de los
pueblos, la política nacional que no ha permitido al país mezclarse en los
conflictos internacionales que afectan a la sociedad, se ha procurado el
mejoramiento de las comunicaciones terrestres, fluviales y aéreas. La ciudad de
México figura entre las diez más populosas del mundo.
Para concluir, la crisis que
experimentaba la economía mexicana a inicios de los años 70’s (estado del
bienestar) se sustentó en la declinación de la tasa de ganancia, crisis en el
campo, incapacidad de generación de empleos, deuda externa, déficit público, inflación,
estancamiento en la productividad en el sector industrial, balanza de pagos
deficitaria, todos ellos vinculados a factores externos, tales como la caída
del petróleo, y las altas tasas de interés capital producto de la crisis de
capitalismo a nivel mundial.
Consecuencias
CONSECUENCIAS
En el año de 1982 se inició la
“década perdida” de tal manera que es el punto de partida del declive del
estado benefactor. Sin embargo que si la economía entró en crisis a partir de
ese año, no sucedió lo mismo con el estado benefactor debido a gran parte de
los esfuerzos del gobierno de Miguel de la Madrid para frenar el corte de los
programas sociales existentes y hasta para emplearlos, como en el caso de la
seguridad social con el consecuente desmejoramiento generalizado en la calidad
de los servicios y las condiciones de trabajo en el sector educativo y
sanitario. Al mismo tiempo se liberaron los precios de los alimentos básicos,
lo cual se repercute inmediatamente en niveles populares en el encarecimiento
del costo de la vida.
El gasto social mexicano de 179
dólares en 1982 a 124 dólares para el año siguiente y siguió descendiendo hasta 99 en 1986.
La política de
descentralización de los servicios de salud y educación hacia los estados,
aunque intentaba bajar costos resultó de momento más costosa dando como
resultado un caos administrativo y mayores gastos para los usuarios.
No obstante en 1984 en la
proclamación del derecho constitucional a la salud los usuarios de la secretaría
de la salud tenían que pagar la totalidad de las medicinas y de las consultas
con cuotas de recuperación proporcionales a sus ingresos declarados. Con todo
el daño, en los servicios públicos fue mucho menor al de los salarios.
Aunque no se llevó a cabo
ninguna reforma en el sistema de jubilación, durante el gobierno de Miguel de
la Madrid, las consecuencias del derrumbe financiero son impactantes a las
crisi económicas que empezó en 1982. El IMSS funcionaba como un sistema de
transferencia directa entre trabajadores y jubilados. (al incrementarse la tasa
de desocupación, disminuye automáticamente la capacidad de pago a los
jubilados).
Al final del sexenio, la
insatisfacción y las protestas públicas habían llegado a tal grado que parecía
posible que el estado estuviera encaminado hacia una transformación profunda
entre la posibilidad de la victoria electoral de la oposición, si ganaba la
derecha (PAN) en el sentido de
menos Estado Benefactor
o si ganaba la izquierda (FDN) en sentido contrario.
Pero estas posibilidades quedan otorgadas al ser declarado
vencedor Salinas de Gortari, candidatodel PRI a pesar de las evidencias de
fraude electoral.Para 1989,
la crisis
económica parecía controlada, por lo que podía esperarse un nuevo despegue del
estado benefactor.
A) NEOLIBERALISMO COMO POSIBLE SOLUCIÓN A LA CRISIS ECONÓMICA (DE LA MADRID HURTADO)
Miguel de la Madrid Hurtado
gobernó en un periodo de 19821988, tomó posesión el día 1 de diciembre de 1988
como presidente de la República , al ganar las elecciones en las que contendió
junto a Rosario Ibarra de Piedra (perteneciente al PRT), Pablo Emilio Madero
(PAN) y Arnoldo Martínez Verdugo
(PSUM).
Su gobierno tuvo que hacer
frente a la severa crisis, de tal manera que buscó mejorar la economía,
impulsar la democracia, renovar la moral de la sociedad y del Estado, además de
hacer frente al problema de la nacionalización de la banca, la creciente
inflación y el nulo crecimiento ocasionado por el pago de la
deuda. Para llevar a cabo los objetivos implementó programas, como el Programa
Inmediato de Recordinación Económica (PIRE) en 1985 con la finalidad de
combatir la inflación, proteger el empleo y recuperar el ritmo de crecimiento,
al disminuir el gasto, reestructurar la administración pública, aumentar los
ingresos fiscales.
El régimen de la Madrid acabó
adaptando la política de liberalizar la economía a fin de reducir la inflación,
donde además se afronto a dos tareas importantes: estabilizar la economía y
sobrevivir a la crisis inmediata y encontrar un modelo alternativo de
desarrollo del país.
A partir de este momento hasta
la actualidad el país transita bajo el proyecto conocido como
neoliberalismo.
Crisis
VI. CRISIS DEL ESTADO BENEFACTOR
El alza del
precio internacional del crudo propició que el flujo de capitales fueran
abundante, por consiguiente la economía mexicana se volvió excesivamente
dependiente de las exportaciones del petróleo y para 1981 este energético
representó el 75.1% del total de las exportaciones de mercancías en
contraste con el 10 % correspondiente al año 1977. Aunque se argumentaba que la
economía no dependía de este hidrocarburo ya que solo representaba el 6% del
Producto Interno Bruto (PIB), aunque este producto constituye el factor
dominante de la balanza de pagos, lo que hacía que la economía fuera vulnerable
a las fluctuaciones de un solo producto en el mercado internacional.
Sin embargo el gobierno creyó
que los precios mundiales seguirian subiendo y en consecuencia pasó por alto
los signos de depresión a partir de mayo de 1981. Por consiguiente los
compromisos de los gastos públicos y la deuda externa continuaban ascendiendo.
La fuga de capitales, principalmente a los Estados Unidos, alentó al gobierno
de López Portillo a asumir grandes cantidades de crédito a corto plazo, que
tendría dificultades para reembolsar.
El derrumbe de los precios
mundiales del petróleo durante el curso de 1981, arrojó a la confusión de la
economía mexicana, que dependía de ellos, y siguieron una serie de
devaluaciones que dieron inicio en febrero de 1982 , cuando el tipo de cambio
cayó a 47 pesos por dólar y que al final de ese año el dólar costaba 144
pesos.
El pánico se
apoderó de toda la comunidad financiera internacional, que anunció a México en
julio que no podía esperar más crédito. Como resultado el ministro de Hacienda
Jesús Silva Herzog, se vio obligado al mes siguiente a admitir que México sería
incapaz de pagar sus deudas a corto plazo que ascendía a unos 10.000 millones
de dólares y la deuda total calculada ascendía a 84.100 millones de dólares.
Lopez Portillo busco una salida política al derrumbe financiero
nacionalizando la banca en septiembre de 1982, el régimen lo calificó de acción
patriótica, un proceso culminante del acto de nacionalismo económico, iniciando
con la nacionalización del petróleo en 1938 y continuando con la
nacionalización de la electricidad en 1960.
Estas medidas complicó las
negociaciones promovidas por el gobierno desde el primer semestre de 1982 ante
el FMI a fin de conseguir un crédito, se trataba de un nuevo crédito de
facilidad ampliada condicionado a un riguroso programa de ajuste económico que
México se comprometía a instrumentar para disminuir la inflación. Finalmente,
tras duros debate, el día 10 de noviembre de 1982 el gobierno de México firmó
la Carta de Intención, que lo comprometía a adoptar un programa de ajustes
aceptable para FMI, el cual debía tener una vigencia de tres años correspondientes
a 1983, 1984 y 1985 y que claramente corresponden al próximo gobierno de Miguel
de la Madrid Hurtado.
La escala de la crisis del año
1982 suscitó la cuestión de si se trataba de la crisis terminal del modelo de
desarrollo aplicado a partir de 1940 y de las prácticas políticas que
conllevo,es decir que el modelo de acumulacion de capital que se inició en los
años 40’s tocó fondo dando paso a un nuevo esquema de desarrollo económico a
nivel mundial que impuso para adecuarse a las nuevas modalidades de acumulacion
capital a partir de 1982.
López Portillo
V. SEXENIO DE JOSÉ LÓPEZ PORTILLO
José López
Portillo y Pacheco fue presidente de México durante el periodo de 1976-1982,
dentro de las leyes decretadas en su mandato estuvieron la Ley Orgánica de la
Administración Pública, la de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Federal, la Ley
Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda y
la Ley General de la Deuda Pública, además que durante su gobierno se
nacionalizó la Banca. durante el gobierno de Luis Echeverría fue secretario de
Hacienda y Crédito Público.
Tomó posesión el día 1 de
diciembre de 1976, donde la crisis económica indicaba una inflación del 18.8%,
e implementó diversas medidas para reducir los efectos de la crisis programa
conocido como “Alianza para la producción” (cuya frase popular fue “La solución
somos todos”) además estableció convenios entre empresas privadas y públicas
limitando las posibilidades de una mejor redistribución de ingresos para los
sectores marginales de la población.
Otro de sus objetivos fue la
lucha contra la corrupción que vivió el país, sin embargo el desorden económico
y administrativo fueron los rasgos que sobresalen en este periodo aunque su
trabajo se caracterizó por dar continuidad a la política populista y
paternalista de su antecesor (LEG).
Ante la falta de recursos
financieros, el gobierno solicitó la ayuda del Fondo Monetario Internacional
(FMI) firmando la “Carta de Intención” documento en el cual se condiciono el
apoyo de préstamos de capital a cambio de una política restrictiva (restricción
al aumento salarial, incremento en las tarifas de los servicios públicos para
la incrementación de los gastos fiscales, liberación de los precios).Una parte
de dichos préstamos fue destinada a la inversión de infraestructura petrolera
además se incrementó las exportaciones de petróleo, gracias al descubrimientos
de importantes yacimientos en Chiapas y Tabasco, lo que colocó a México como
uno de los mayores productores del mundo, y el cuarto lugar en importación de
éste.
El alza del precio internacional
del crudo propició que el flujo de capital fuera abundante y hacia 1980, los
precios internacionales del hidrocarburo se desplomaron, lo que provocó
incertidumbre entre los inversionistas al tal grado de sustraer sus caudales
del país, esto propició el aumento de la tasa de intereses lo que derivó una
grave crisis y la última acción de JLP para poder resolver esta situación fue
la nacionalización de la banca (1 de septiembre de 1982), esta nacionalización
tuvo repercusiones muy importantes ya que fueron lesionados los cinco bancos
más importantes del país (Bancomer, Serfin, Banamex, Banpais y Comermex) estos
concentraban gran parte de la economia del pais.
El desastre financiero
evidenció el mal gobierno de López Portillo junto con la enorme corrupción de
la administración y al final del sexenio la crisis económica se agudizó debido
a la fuga de capitales que se mantuvo hasta finales de su mandato.
A. PLANES DE POLÍTICA ECONÓMICA EN TRES ETAPAS DE DOS AÑOS
En los primeros
dos años del sexenio al llegar José López Portillo a la presidencia en
diciembre de 1976, la economía se encontraba en una situación de crisis que se
llegó a considerar como la más seria. En ese año de 1976, las reservas
monetarias del país habían sufrido una reducción; del déficit fiscal llegó al
10% del Producto Interno Bruto (PIB), y la inflación alcanzó el 27% la mas alta
tasa desde el sexenio de Ruiz Cortines.
Ante este estado de crisis, las
salidas de capital aumentaron y continuó un proceso de creciente dolarización
de la economía.
Ante la situación, el nuevo
presidente anunció que instrumentaría una política económica a cumplirse en
tres etapas: a) dos años para superar la crisis; b) dos años para estabilizar
la economía, y c) dos años para reanudar el crecimiento sobre bases no
inflacionarias.
Al mismo tiempo que el nuevo
gobierno recuperaba la confianza de los economistas extranjeros , en el ámbito
interno se buscaba atraer a los empresarios nacionales hacia la alianza para la
producción, programa considerado por López Portillo como la mejor medida para
sacar al país de la crisis; la participación del sector empresarial era de
importancia puesto que la recuperación económica dependía de que el gobierno
pudiera llegar a un acuerdo para poder establecer la inversión privada que
había disminuido notablemente. El gobierno de López Portillo tenía como
propósitos alentar la inversión, impulsar la modernización del aparato
productivo, atenuar la inflación e incrementar el empleo; pero dichos
propósitos exigían una concertación de las clases sociales, además López
Portillo consideraba de tal importancia para volver a activar la economía
nacional era el incremento de las exportaciones petroleras.
B. EL PETRÓLEO COMO PIVOTE DE LA ECONOMÍA NACIONAL
Desde el sexenio
anterior se tenía noticia de nuevos yacimientos petrolíferos descubiertos en la
zona de Campeche en el Golfo de México, los cuales no se habían empezado a
explotar, por una parte no se sabía con certeza la extensión de las reservas
petroleras, y por otra Echeverría se mostraba aprensivo acerca de las
intenciones de Estados Unidos, ya que temía que el gobierno de ese país ejerciera presiones contra
México.
En cambio López Portillo adoptó
una posición diferente respecto a los productos petrolíferos, indicó que el
petróleo representaba la mejor oportunidad para que México lograra su
independencia económica y la solución a sus problemas internos. Uno de los
primeros proyectos de su política económica fue impulsar la explotación de los
nuevos recursos. A partir de 1978, el gobierno estuvo en posibilidades de
aumentar la exportaciones del energético, dando comienzo al auge petrolero que
caracterizaría la economía mexicana durante el periodo lopezportillista. En cierto
modo el petróleo se convertiría en pivote del crecimiento de la economía
mexicana. En septiembre de 1978 el presidente López Portillo declaró que las
reservas seguras de petróleo ascendían a 20 mil millones de barriles. Por lo
tanto manifestó que la crisis económica heredada del sexenio anterior había
terminado y que el petróleo en el futuro tomaría un papel importante para la
economía mexicana.
Respecto de la política
nacionalista sobre el petróleo, la expresión de mayor importancia fue la
promulgada en el Programa Mexicano de Energía publicado en noviembre de 1980,
se proponían seis objetivos: 1) satisfacer las demandas internas de energía; 2)
racionalizar tanto la producción como el uso de la energía; 3) diversificar las
fuentes primarias de energía; 4) integrar al sector energético con el resto de
la economía; 5) conocer con más seguridad el monto de las reservas nacionales
de recursos energéticos, y 6) reforzar la infraestructura cientifica y
tecnologica.
Para 1978, el auge petrolero
permitió reducir la deuda de corto plazo que había alcanzado casi los 4 mil
millones de dólares. Además logró incrementar la disponibilidad de divisas,
tanto por concepto de exportaciones ya que logró que México pudiera obtener
mayor crédito externo, lo que resolvió los problemas del sector externo que
había frenado sus actividades económicas en 1977. Además algunos aspectos del
contexto internacional contribuyeron favorablemente a la expansión de la
economía lograda a partir de 1978 (y concluida en 1981).
El gobierno mantuvo su
propósito de lograr el crecimiento del sector petrolero; incluso en 1982,
cuando la crisis económica azotó al país, se logró incrementar la producción
del combustible en 19% respecto al año anterior (1981)
PRECIOS DEL PETRÓLEO DE NOVIEMBRE DE 1981 A MARZO DE 1983
(Dólares por barril)
Tipo de crudo
|
Noviembre de 1981
|
Enero de
1982
|
Febrero de 1982
|
Marzo de 1983
|
Árabe ligero
|
34.00
|
34.00
|
34.00
|
29.00
|
Istmo (ligero)
|
35.00
|
35.00
|
32.50
|
29.00
|
Maya
(pesado)
|
28.50
|
26.50
|
25.00
|
23.00
|
Mexicano
|
31.75
|
30.75
|
28.75
|
27.00
|
HISTORIA DE
MÉXICO II:ESTADO MODERNO Y CRISIS EN EL MÉXICO DEL SIGLO XX
Hacia finales del sexenio de
López Portillo, el petróleo se había convertido en el motor de crecimiento del
resto de la economía; su participación con el PIB había aumentado al
doble.
En agosto de 1981, México se
convirtió en el primer país en firmar un contrato a largo plazo para vender
petróleo para la reserva estratégica de Estados Unidos, y en 1982 reemplazó a Arabia Saudita como fuente principal de suministro de las importaciones petroleras de
Estados Unidos.
C. POLÍTICAS DE REACTIVACIÓN ECONÓMICA A PARTIR DE 1978
Durante el año de 1978 se
pusieron en práctica las políticas indispensables para impulsar la reactivación
económica, entre las cuales la política de expansión del gasto público pasó a jugar un
papel importante (el gasto público se incrementó casi un 50% entre 1977 y
1981), con lo cual aún cuando se alcanzó un mayor crecimiento lográndose además
que bajara la inflación. El aumento excesivo del gasto público trajo como
consecuencia el déficit presupuestal y el aumento consiguiente de la deuda
pública externa.
Se pusieron en práctica las
medidas congruentes con el propósito de lograr la estabilidad de la economía,
tales como la política de flexibilización de las tasas de interés, que
anteriormente eran fijadas por el Banco de México, dirigida a proteger el
ingreso del capital financiero, lo cual permitió un gran aumento de captación
bancaria entre 1977 y 1981. Esto permitió un alto crecimiento del crédito
otorgado por la banca comercial a organizaciones, empresas y personas
particulares, aunque el crecimiento del crédito interno se orientó a gran
medida al sector público, dadas las exigencias de cubrir el financiamiento del
déficit público.
Los años de 1979 a 1980 fueron
considerados por López Portillo como los de consolidación del desarrollo, ya
que afirmaba haber superado la crisis y restablecido la confianza en el país;
la promulgación del Plan Nacional de Desarrollo Industrial a principios de
1979, era una muestra de la euforia que se vivía, con un crecimiento de 9% y una inflación que había
logrado bajarse al 18%.
En 1980 el crecimiento se
mantenía aún a niveles de 8%, pero la inflación se elevó a 26%, y el déficit
había aumentado de manera considerable.
En el contexto de euforia
industrial, se discutía la posibilidad de que México ingresara al Acuerdo
General sobre Aranceles y Comercio (GATT), los argumentos a favor partían del
hecho de que la mayoría de las naciones, incluyendo a muchos de los países de
bajo desarrollo eran miembros del GATT, y representan entre 80 y 90% del
comercio internacional.
Por el contrario, los
argumentos que se oponían se centraban en dos cuestiones que traerán consigo el
ingreso de México al GATT: por un lado la pérdida de soberanía nacional y por
otro las desventajas económicas. Opinaban que el GATT sólo beneficiaría a las
naciones desarrolladas incrementando su comercio internacional. En marzo de
1980 el presidente López Portillo tomó la decisión de no ingresar al GATT.
En el año de 1979 el gobierno
de López Portillo realizó reformas fiscales que reducían las tasas impositivas
para los grupos de menores ingresos, llevó a cabo una reforma en la estructura
de los aranceles, sustituyendo licencias de importación por tarifas
arancelarias.z
En enero de 1980
se creó una nueva forma de recaudación fiscal denominada Impuesto al Valor
Agregado (IVA), este impuesto añadía el 10% al valor de los productos y
reemplazaba al impuesto sobre ingresos mercantiles que había sido del 4%. Se
comentó que el IVA aumentaría la inflación en corto plazo; sin embargo se explicó que se
trataba de una manera más eficiente de recaudación destinada a evitar la
evasión fiscal.
BALANZA COMERCIAL 19771982
Estado Benefactor
IV. EL ESTADO BENEFACTOR EN LOS GOBIERNOS MEXICANOS
Durante los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y el de José López Portillo ubicados entre los años de 1970 a 1982, busca una respuesta a la crisis del modelo de desarrollo estabilizador que se había iniciado a principios de los setentas. La crisis mundial afecta fuertemente al México dada la dependencia económica del país, repercutiendo en algunas ramas de la economía nacional al retirarse los capitales que fortalecen las inversiones en México. Dentro de las características económicas que el país experimentó sobresalen: la profundización de crisis en la agricultura ( agotamiento del modelo agroexportador y la alta proporción de la agricultura para el mercado interno “subsistencia”), déficit de la balanza comercial y de pagos, decreciente en la exportaciones y en la importación de bienes del capital. Como consecuencia el país se condujo a un estancamiento económico, inflación, desempleo y devaluación de la moneda durante la década de los 70’s.
El sexenio de Luis Echeverría aportó avances sociales sustanciales, destinados en su mayor parte a los obreros que seguían siendo el actor con mayor poder dentro del partido oficial. No obstante, el gobierno tuvo que arreglar sus relaciones con los sectores medios también en lo cual se vio forzado prácticamente a declarar una apertura política y llevar a cabo una primera reforma electoral. El presidente entrante (José López Portillo), además de tener que reconstruir sus relaciones con casi todos los grupos políticamente activos (VGR, los dueños del capital, los líderes sindicales, los pequeños y medianos agricultores) tuvo que definir una nueva concepción del bienestar social, con tipos de acciones distintos e interlocutores nuevos.
1. SEXENIO DE LUIS ECHEVERRÍA 1970-1976
Luis Echeverría
fue ministro de Gobernación del régimen anterior, y a pesar de que ganó las
elecciones del partido del PRI en algunos sectores no fue bien recibido por el
asunto de Tlatelolco .
Pretendió una alianza popular, pero no consiguió
evitar un constante enfrentamiento con el imperialismo, aun cuando en la
práctica las empresas privadas disfrutaron de muchas oportunidades.
El sector público y el privado
chocan constantemente y ello aumentó el desempleo, la dependencia de los países
poderosos fue cada día más evidente. Pretendió dar un fuerte carácter de
incremento económico a su gobierno, tanto por lo que a hace a la exportación
cuanto al capital nacional, dando protección al pequeño y mediano ingreso,
creando empleos y fuentes de trabajo mediante áreas industriales en gran
escala, fomentando con ello a la pequeña y mediana industria. Procuró asimismo
la mexicanización de productos
naturales como el tabaco y pretendió la democratización permitiendo a todos los
partidos registrados disponer de medios de difusión, como la radio y la
televisión para poder explicar sus propósitos.Durante el gobierno de este
presidente, el control sobre los gobernadores fue absoluto.
Luis Echeverria representaba,
al finalizar la década de los sesenta, una autocrítica del sistema político
establecido por la familia revolucionaria, lo cual no dejaba de causar cierta
inquietud entre algunos grupos influyentes en la política o en la economía ,
que veían con desconfianza el nuevo giro que comenzaron a tomar las cosas de
1968, pues desde los primeros días de la campaña electoral pudo observarse que
se trataba de un serio intento por renovar las estructuras económicas y
políticas de México.
Echeverria reconocía que los
gobiernos anteriores al suyo habían cumplido su cometido al promover el
desarrollo material del país, destruir el viejo latifundismo y propiciar el
bienestar de las clases populares; pero al mismo tiempo admitía que lo
realizado era insuficiente y advertía los peligros sociales que traía consigo la
estructura de la economía mexicana creados por los gobiernos de la Revolución,
y la polarización de la riqueza que había generado el modelo escogido como vía
para el desarrollo.
La autocrítica de Echeverría
presenta dos aspectos: en primer término, el reconocimiento de una situación de
deterioro económico y político producido en los dos decenios anteriores,
situación que imponía un cambio radical de los métodos de gobierno seguidos
hasta entonces; en segundo lugar, la reafirmación de los principios
fundamentales de la Revolución mexicana, tales como el nacionalismo reformista,
la defensa de la propiedad privada y de la libre iniciativa individual, el
Estado de gobierno fuerte, promotor y director del desarrollo de la vida social
en su conjunto.
De acuerdo a sus ideas, se
puede inferir que la tendencia del nuevo gobierno llevaba la intención de
volver al equilibrio del régimen sostenido en el binomio populismo capitalismo
como un medio de dar satisfacción a las demandas de las nuevas generaciones.
Echeverría reconocía que
aquella autocrítica caería en el vacío si los dos aspectos señalados por él no
se conjugaban en la práctica, porque si los gobiernos de las dos décadas
anteriores no habían logrado las metas de justicia social emanadas de la
Revolución, no se debía, según la perspectiva de Echeverría, a que los
principios estuvieran equivocados, si no a que los medios adoptados no habían
sido eficaces, y era justamente la adopción del criterio de la eficacia como
norma de los nuevos cambios, lo que hacía que las propuestas del nuevo gobierno
aparecieran como si fueran no solo medidas necesarias en aquel momento, sino
ante todo medidas prácticas.
Bajo la consigna general de desarrollo con redistribución del ingreso, Echeverrìa hizo una crítica sistemática a la política del desarrollo estabilizador. Reconoció que el progreso material del país se había logrado a costa del sacrificio de la economía popular y de la excesiva explotación de los trabajadores. Prometió también reorganizar la reforma agraria mediante mecanismos de colaboración entre predios ejidales y privados, y replanteó la idea de colectivizar los ejidos con miras a un aumento sustancial de la productividad. Propusos la aplicación de los recursos económicos en manos del Estado a fin de promover una política de creación de empleos y la ampliación de la planta industrial, lo cual exige llevar a cabo una reforma fiscal a fondo y reducir de manera consistente endeudamiento público interno y externo. Propuso a los campesinos un nuevo programa económico cuya base sería la producción de manufacturas para la exportación, incluyendo a dicho programa a los empresarios extranjeros.
Bajo la consigna general de desarrollo con redistribución del ingreso, Echeverrìa hizo una crítica sistemática a la política del desarrollo estabilizador. Reconoció que el progreso material del país se había logrado a costa del sacrificio de la economía popular y de la excesiva explotación de los trabajadores. Prometió también reorganizar la reforma agraria mediante mecanismos de colaboración entre predios ejidales y privados, y replanteó la idea de colectivizar los ejidos con miras a un aumento sustancial de la productividad. Propusos la aplicación de los recursos económicos en manos del Estado a fin de promover una política de creación de empleos y la ampliación de la planta industrial, lo cual exige llevar a cabo una reforma fiscal a fondo y reducir de manera consistente endeudamiento público interno y externo. Propuso a los campesinos un nuevo programa económico cuya base sería la producción de manufacturas para la exportación, incluyendo a dicho programa a los empresarios extranjeros.
A. SITUACIÓN ECONÓMICA AL INICIO DEL
SEXENIO
Echeverría
ponderó la necesidad de introducir modificaciones al proyecto de desarrollo a
fin de llevar sus beneficios a todos los sectores sociales del país. Después de
señalar los efectos socialmente nocivos del “Desarrollo Estabilizador”,
cuestionó también el papel que había jugado la iniciativa privada, así como la
“responsabilidad” que ésta tenía en la estrategia de desarrollo seguida hasta
entonces, la cual había dado prioridad al crecimiento económico del que había
sido la principal beneficiada.
Daba pauta a la redefinición
del papel que, a juicio del nuevo gobierno, correspondía al estado en la
conducción del proceso económico, recuperando en cierta medida los postulados
ideológicos de la Revolución Mexicana expresados en la Constitución de 1917.
Echeverría apoyó la intervención del Estado en todas las esferas de la
economía, adjudicando a la inversión pública un papel relevante en el futuro
económico del país.
Echeverría justificó la
necesidad de pasar a un nuevo modelo de crecimiento que permitiera continuar
con el ritmo observado en la década anterior, pero corrigiendo sus efectos de
desequilibrio social. En el fondo, lo que se cuestionaba no era el modelo de
desarrollo económico, sino sus efectos negativos en cuanto a la falta de
justicia social y, por lo tanto, se pensaba que era posible solucionar las
contradicciones generadas por el “desarrollo estabilizador”. Se trataba además
de recuperar la importancia relativa del Estado en el proceso económico.
El 50% de las
familias con más bajo ingreso recibía el 15% del ingreso per cápita, mientras
que en otro extremo, el 20% de las familias con más altos ingresos recibía el
64%, y el 10% de las familias más ricas (menos de 900,000 familias) recibía el
51%. El ingreso personal promedio era de 600 dólares por año (a precios
corrientes), en tanto que el 10% de las familias más pobres de México recibía
alrededor de 90 dólares (1125 pesos) por persona en el año. Asimismo el
ingreso per cápita se repartía de manera más equitativa en los centros urbanos
que en los rurales, donde cerca del 6’% de las familias de menores recursos
recibía un ingreso mensual equivalente al que recibía solo el 16% de las
familias urbanas con menores ingresos.
No se tenían grandes esperanzas
de que su gobierno pudiera corregir realmente las fallas socioeconómicas de sus
antecesores, no obstante su crítica a las deficiencias sociales del modelo del
desarrollo estabilizador.
Durante las primeras semanas de
su mandato, Echeverría desplegó una actividad pocas veces vista en un
presidente de la República. El nuevo gobierno creó un sinnúmero de comisiones e
instituciones, entre las que se cuenta: la Comisión Nacional de las Zonas
Áridas, el Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad Rural y de la
Vivienda Popular, el Instituto Mexicano de Comercio Exterior, el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología. Además, se sometieron a consideración del
Congreso varias iniciativas de ley tales como la Ley Federal de la Reforma
Agraria, la Orgánica de Petróleos Mexicanos, la General de Instituciones de
Crédito, y Organizaciones Auxiliares, la Orgánica del Banco de México, y la del
control federal de los Organismos Descentralizados y Empresas de Participación
Estatal.
Esas actividades de los
primeros meses de gobierno, sumadas a los planteamientos echeverristas acerca
de un nacionalismo económico declarado, de la necesidad de llevar a la práctica
una reforma educativa, la apertura democrática y, en fin, el nuevo estilo
político del gobierno, respaldado ante la opinión pública los objetivos
planteados por Echeveria de llevar a cabo una reorientación profunda destinada
a tener efectos a largo plazo.
“Más que realizar
un programa de gobierno” decía Echeverría en uno de sus discursos iniciales,
“ejecutaremos un programa del pueblo”, y agregaba luego: “No descansaré un sólo
día del sexenio en la tarea de promover el mejoramiento de los campesinos y del
medio rural.” Resaltaba la necesidad de la intervención estatal en la economía
a fin de hacer realidad el programa de justicia social, el Estado “posee una racionalidad distinta a la del
grupo empresarial”, aunque reconoció
que en un determinado sector de ese grupo poseía una mentalidad similar a la
del Estado, refiriéndose de manera específica a los empresarios nacionalistas
dispuestos a engrandecer a México.
La idea del empresario
nacionalista, expresado por Echeverría desde recién iniciada su administración
se habría de tomar una y otra vez a lo largo del sexenio; estaría por lo
general lleno de referencias y llamados a aquel sector de la iniciativa privada
que, de acuerdo con esa apreciación echeverrista, debería de construirse en el
aliado más efectivo en la instrumentación del proyecto económico estatal. El
eje del pacto social de desarrollo económico, debería de estar concertado por
los tres sectores: el Estado, los empresarios nacionalistas y los sectores
populares, pues el buscar apoyo en una sóla de las partes constituiría un grave
error político, se aceptaba el capital foráneo a condición de que fuera
complementario a la parte del capital mexicano, que debería ser la mayoritaria
y fundamental.
Las acciones emprendidas por
Echeverría a partir de su llegada al poder se movieron simultáneamente en el
plano de las reformas económicas y en el plano político e ideológico. la
primera reforma económica que trato de poner en marcha el gobierno de
Echeverría consistió en un proyecto de reforma fiscal, amparada por una ley
expedida por el Congreso en diciembre de 1970, es decir, a los pocos días de
iniciado el sexenio, no pretendía una modificación radical al sistema
tributario ya que afectaba de manera primordial a los artículos de lujo; sin
embargo, el proyecto suscitó el rechazo de la iniciativa privada no tanto
porque estuviera en contra de la reforma en sí, sino porque por primera vez el
gobierno tomaba una decisión de tal naturaleza sin habérselas dado a conocer
con anterioridad.
Después de aquel fracasado
intento de reforma fiscal, de haberse puesto en marcha hubiera significado un
cierto alivio los problemas financieros del Estado, al iniciarse el año de
1971, el gobierno tomó la decisión de adoptar una política restrictiva que
aparte de reducir el gasto público, ejerciera un control sobre el sistema
monetario y crediticio.
El crecimiento de la economía
descendió bruscamente pues al reducir el gobierno su ritmo de inversiones y
gastos, contrajo la demanda y esto dio motivo para que el sector privado se
mostrara cauteloso y redujera también sus inversiones, lo cual a su vez produjo
el aumento del desempleo, mientras que aumentaban los precios al consumidor.
Echeverría comenzaba su periodo presidencial con una política económica
equivocada que convirtió el primer año de su gobierno en lo que se llegó a
conocer como el año de la “atonía”.
En junio de 1971 Echeverría se
propuso llevar a la práctica la idea de la “alianza popular” con la creación de
la Comisión Nacional Tripartita, integrada por empresarios, dirigentes obreros
y representantes del gobierno, como un organismo de consulta mediante el cual
se pretendía institucionalizar el pacto social y conciliar los diferentes
intereses del sector privado y de los trabajadores, bajo la función mediadora
del Estado. En la declaración de principios de la Comisión Nacional Tripartita
se proponía: “salvar las contradicciones derivadas de nuestra estructura económica,
es un esfuerzo conjunto del gobierno y de los diferentes sectores para orientar
la actividad de todos conforma a los intereses del país”.
Ante las dificultades
económicas de aquel año de 1971, se hicieron frecuentes la declaraciones de
diversos funcionarios públicos, incluyendo a l Presidente de la república,
acerca de las “impostergables” reformas que era necesario instrumentar a fin de
superar el estancamiento; y en ese sentido, la política económica que regiría
para 1972 recuperaba los planteamientos de Echeverría sobre el problema de
concentración del ingreso.
Las actividades agropecuarias,
se dictaron varios decretos durante el año de 1972. Además de poner en vigor la
nueva Ley Federal de la Reforma Agraria, se promulgó la Ley Federal de Aguas,
se fortalecieron los instrumentos de crédito al campo y se estableció el seguro
de vida para los campesinos.
B. SITUACIÓN ECONÓMICA COMPRENDIDA ENTRE 1974-1976
La balanza
comercial reflejo de esta política, se debilitó más y el déficit pasó de 6,600
millones de pesos en 1970 a 55,600 por lo que el 31 de agosto de 1976 el peso
mexicano se devaluó, suponiendo que con ello se podría estimular la agricultura,
ganadería, pesca y turismo.
Al iniciarse la década de los
años setenta, la imagen que se tenía de México en el ámbito económico
internacional era la de un país privilegiado que destacaba entre las naciones
en vías de desarrollo. Su crecimiento económico general,
la solidez de su moneda, la solvencia de su crédito, además de la estabilidad
política interna , eran signos manifiestos de que podía ser considerado como un
país en camino hacia el progreso.
Disminuyó de manera
significativa la importancia relativa de las actividades primarias, tanto como
fuente de ocupación de mano de obra como en lo que se refiera a su
participación en el producto interno bruto nacional. Los cambios registrados
dieron como resultado la creciente diversificación de la economía en términos
de ocupación, producción y exportaciones.
El nivel del desempleo iba en
rápido aumento y la satisfacción de las necesidades de servicios educativos,
médicos, sanitarios y de vivienda, tenía un atraso de varios años. Respecto al
ramo de transportes, vastas áreas rurales no había logrado participar del
desarrollo en el transporte por carretera y el estancamiento de los
ferrocarriles se convertiría en un cuello de botella que impedía la buena
marcha de las actividades establecidas en las zonas urbanas Algunas ramas del
sector industrial electricidad, petróleo, siderurgia y minería, padecía
también estancamiento a causa de problemas financieros. Lo más grave de todo
era la imposibilidad de mantener la autosuficiencia en materia de producción de
alimentos, a causa del rezago y la descapitalización de la agricultura.
A partir de la estrategia de
sustitución de importaciones, la industria privada manufacturera de México se
convirtió en una actividad dedicada casi por completo a abastecer el mercado
interno urbano.
La creciente participación de
la inversión extranjera directa en la industria mexicana, junto con un alto
grado de concentración de la propiedad de los medios de producción, eran las
características sobresalientes de la industria en el México de 1970. De este
modo, el mercado se estrechaba, tanto por la falta de expansión de la
agricultura, como porque ellos limitaba el crecimiento de las actividades no
agrícolas. Por su parte, la industria se desenvuelve sin una agricultura que le
diera sustento sólido, con creciente penetración del capital extranjero, con un
fuerte grado de concentraciòn de la propiedad, con múltiples subsidios y
desmedida producción y con un grado limitado de eficiencia que no le permitía
competir con industrias foráneas.
Estaba claro que el modelo de
sustitución de importaciones había entrado en una fase de agotamiento, pues, al
no producirse en México las materias primas industriales y los bienes de
capital, es decir, maquinaria y tecnología, fue necesario que buena parte de
estos bienes tuviera que adquirirse en el exterior, de manera que el mero
funcionamiento de la planta industrial obligaba a la importación de manera
permanente y creciente.
La creciente concentración de la riqueza, los rezagos en la
atención de los servicios sociales, la penetración creciente del capital
extranjero, la insuficiencia agropecuaria, la ineficiencia industrial, el
desempleo, la represión y el debilitamiento del sector público.
El programa económico anunciado
en los discursos echeverristas de campaña electoral, tendiente a recuperar la
legitimidad del estado y a corregir las fallas del modelo de desarrollo
estabilizador, se publicó de manera extraoficial en los primeros meses del
nuevo gobierno, destacándose los siguientes objetivos básicos:
a) Crecimiento
con distribución del ingreso
b) Reforzamiento
de las finanzas públicas y del sector paraestatal
c) reorganización
de las transacciones internacionales y reducción de la deuda externa
d) Modernización
del sector agrícola y aumento del empleo
e) Racionalización
del desarrollo industrial
Se presentía que el Estado se
constituye en el único elemento de la sociedad capaz de garantizar la
continuidad del crecimiento y de generar, tomando a la política económica como
instrumento, los cambios que garantizarán el desarrollo integral del país.
En aquellos primeros momentos
del sexenio, la mayor preocupación del gobierno consistiría en dar solución
urgente a los graves problemas económicos que padecía el país, para lo cual se
propuso adoptar una política que fue llamada de “consolidación”, orientada a
superar los problemas financieros, como un primer y necesario paso para lograr
después, según se esperaba, la metas generales de política económica anunciadas
por Echeverría el día en que asumió el poder presidencial.
El
comportamiento de la economía en los años de 1971 y 1972 ilustra lo que
llegaría a ser una característica del sexenio echeverrista en materia de
política económica: la política del freno (1971) y arranque (1972) que habría
de incidir de manera desfavorable en la evolución de la economía mexicana.
A la flotación regulada de la
moneda que se introducía después de 22 años de estabilidad cambiaria, se le
añadía un paquete de medidas complementarias que, según se dijo, tenían el
propósito de obtener las máximas ventajas posibles y reducir al mínimo los
impactos desfavorables de la nueva situación cambiaría. Esas medidas incluían.
a)
aumento de los impuestos a la exportación de
mercancías
b)
supresión de los CEDIS (Certificados de
Devolución de Impuestos)
c)
reducción selectiva de aranceles a la
importación
d)
establecimiento de un impuesto sobre utilidades
excedentes
e)
puesta en práctica de un sistema de crecimiento
regulado del crédito
f)
elevación de las tasas de interés a los pequeños
ahorradores
g) ajustes al programa de gasto público
h)
fortalecimiento de los mecanismos de control de
precios
i) sostenimiento de los precios de venta de la
CONASUPO
j) ajustes en las percepciones de los trabajadores
al servicio del Estado
La devaluación, que era
realmente lo que significaba la flotación el peso mexicano, provocó numerosas
críticas en contra del gobierno,las cuales se centraban en el argumento de que
la situación económica nacional era el resultado lógico de la política económica
instrumentada a lo largo del sexenio, la cual además de equivocada e ineficaz ,
constituía una prueba irrefutable del fracaso no sólo de la
llamada política de desarrollo
compartido en sí misma, sino además de su inoperancia como alternativa frente
al desarrollo estabilizador.
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